26 marzo 2006
Y llegó la tempestad...
Pese a las reticencias iniciales de muchos seguidores hacia este concierto por la marcha de Dani (un gran batería muy querido por el público), nadie le pudo quitar el mérito a Andy, que supo ponerse a la altura de las circunstancias. Pronto los instrumentos comenzaron a llenar la sala con la música potentísima del cuarteto. Y fue cuando se levantó la tempestad en toda la sala. Canciones como “Contigo, sin ti”, “tierra de lobos” o “rompehuesos” inyectaron una sobredosis de adrenalina a los asistentes.
La potencia de Niko del Hierro (bajo), el virtuosismo de Jero Ramiro (guitarra) y la elegancia de Leo Jiménez (voz) pusieron el dinamismo a la actuación y desplegando una gran energía que se repitió a lo largo de todo el repertorio. Siguieron temas de su anterior disco “Maldito corazón” o “San Telmo 1940” y“Lejos del tiempo”, que ya han sido destinados a convertirse en clásicos de la banda.
Pero uno de los momentos más esperados fue cuando el magnético Leo levantó su mirada y cogió la guitarra. El rock duro no está exento de sentimientos. Todos saben que las mejores baladas pertenecen a este género musical, y así lo demostraron una vez más de lo que es capaz de hacer la música. Y entonaron los primeros acordes de “Si Amaneciera”, en el que los asistentes tuvieron que quitarse el sombrero a dejarse llevar, para seguir con “Siento Que No Estas” y “Parte de mí”.