02 abril 2006
Javier Baeza:"Cuando las discográficas dejen de vender discos venderán tomates, coches o cualquier otra cosa"
Director de diseño del Grupo Antón Comunicación, el ilicitano Javier Baeza ha estado vinculado toda su vida al mundo del arte. Ya desde edad temprana aprendió a tocar la guitarra en el conservatorio, aunque su formación musical le viene más bien de procedencia autodidacta, ya que pronto se interesó por la música moderna, gracias a la cual consiguió uno de sus sueños: formar una banda de rock. Hombre sencillo y metódico, siempre demuestra la profesionalidad que lleva dentro de sí mismo.
-¿Qué significa para usted la música?
-La música es el arte que mejor hago. Digamos que es algo que desde temprana edad siempre me ha motivado para crear, aunque también he escrito mucho y, de mas pequeño no sabía si acabaría escribiendo libros o canciones. El caso es que he acabado haciendo las dos cosas. Y, por lo que tiene la juventud, la música rock es de las expresiones más faciles para los jóvenes.
-Toca la guitarra, pero ¿con una formación autodidacta?
-Tengo una mezcla de formación clásica con formación autodidacta, porque como comprenderás en el conservatorio se aprende música española y gracias a una formación clásica a base de solfeo. Todo tiene su momento determinado. Pero a las personas como a mí que me daba más prisa por aprender, el conservatorio va un poco despacio. En cualquier caso, se ofrece una enseñanza clásica y la guitarra moderna no se aprende en el conservatorio. Se da en otro tipo de escuelas. Aquí hace veinte años, no podíamos acceder a este tipo de escuelas porque no las había. Te tenías que ir a Madrid o Barcelona. Así que buscábamos de aquí y allá, compartíamos enseñanzas con otros guitarristas, viajábamos y de ahí saqué esa otra parte de formación autodidacta. Y, sobretodo, de la música que escuchas.
-¿Qué le sugiere: “Gritaré adiós a las armas orgulloso de sobrevivir y si un rifle no me roba el alma prometo volverte a escribir”?
-“Adios a las armas” ha sido la canción de Noviembre por excelencia. Fue la canción que nos dio a conocer y fue el éxito más grande que tuvo el grupo en el pirmer disco. Y me sugiere muchas cosas: por un lado, es una declacración de intenciones que, aunque era mía, formaba parte de toda la banda, y que respondía a la motivación pacifisca que teníamos toda la generación en general. Es una canción que es una historia ficticia que solo habla de sentmientos y sensaciones. En aquella época cuando se publicó estabamos inmersos en plena Guerra del Golfo, aunque se escribió antes, y recibió a una época con protestas juveniles y movimientos sociales a favor de la paz, pero como sucede también actualmente. La juventud y, en general, la sociedad en su conjunto, suele ser por definición pacifista. Y Noviembre con esa canción marcaba su intención de no hacer una pop vacío, porque además de hacer pop lógicamente dedicaba la vida a y tus experiencias que tienes, además, era un grupo comprometido. “Adiós a las armas" es una muestra del compromiso de la banda con el entorno.
-Haciendo un recorrido por la historia, parece que la temática bélica está muy presente en las letras de Noviembre.
-La confrontación, en cualquiera de los aspectos, siempre existe en todos los albores de la vida. Hay lucha, hay derrotas, hay victorias y la terminología de la guerra se utiliza muy amenudo para todo lo que tenga que ver con la vida en general. Lo tenemos hoy en día presente con la cuestion de ETA. Los terroristas no han hecho ninguna guerra, sencillamente son asesinos, pero todo el idioma con el que se habla de ellos parece como que haya una guerra entre dos frentes, que no existen como tal, realmente. Todo es una terminología de “tregua”, “victoria”, “derrota”, en fín, todo una serie de palabras que son el ejemplo de una guerra. En la vida, en el amor, en la amistad, siempre se habla con una terminología,m a veces, que tiene que ver con la guerra.
-¿Considera que la música se debe implicar en los asuntos sociales?
-No considero que tenga que hacerlo. Eso depende de la perspectiva de cada cual. En la época de los sesenta o setenta era totalmente social. Cada momento tiene sensaciones distintas a la hora de componer. En el pop es una música mas sencilla que está dedicada a la diversión. El rock también a ser un poco iconoclasta, a romper con las generaciones anteriores. Pero romper con las generaciones anteriores puede ser muy revolucionario por ser una música joven y se atribuye a los fenómenos sociales y, en un momento determinado, ayuda, dependiendo de la historia en cada momento, a reflejar los sentimientos de las personas que viven la historia. Pero no porque las personas sean así de revolucionaras. De hecho, la canción de autor puede ser más revolucionaria inclusive pero que John Lennon haciendo pop con letras absolutamente vacias de contenido se dedicó a hacer una campaña por la paz y en contra de la guerra. Eso depende del momento y del contexto.
-Noviembre es un grupo que todavía la gente se acuerda mucho de él. ¿Por qué se acabó ese sueño?
-Se acabó por muchos motivos, pero básicamnte no se rompió por desgaste de la amistad, porque de hecho seguimos siendo buenos amigos. Se acabó porque llevábamos desde el año 1987 tocando y ensayando todos los días. Cuatro personas eso es muy difícil que lo hagan. Era muy sacrificado. Estuvimos ensayando, desde que grabamos el primer disco, cuatro años constantemente. Entonces, eso agota las mentes en busca de un proyecto que tampoco terminó de cuajar. El primer disco fue muy bien pero fue muy bien como primer disco. Luego hubo de buscar un segundo, que no tuvimos tanta suerte aunque fichamos por una buena compañía, pero que cerró. Llegó la crisis de los discos compactos. Y nos fue cogiendo a todos. En cualquier caso, nosotros no habíamos salido a un alto nivel, es decir, no habíamos vendido millones de copias, y entonces no habíamos conseguido dar el salto definitivo como para podernos plantear trabajar en en esto en nuestra vida. Realmente, el proyecto no tuvo el apoyo suficiente y era complicado. Personalmente decidí a la altura de 1997 que habíamos cubierto una etapa, que habia que cerrar, y el futuro ya vería por donde tendríamos que salir.
-Pese a todo, usted ha continuado en solitario. Sacó un primer disco. ¿Tiene en mente algun proyecto nuevo?
-El disco salió en el año 2000. Fue mas que nada una continuidad con el proyecto anterior. Unas canciones nuevas pero que recuerdan mucho a Noviembre. Pero hay una evolución, la vida te lleva por otros caminos y me lo pasé muy bien. Ahora estoy preparando el segundo disco que si no pasa nada lo grabaremos a partir de Semana Santa y, si la suerte nos acompaña, para finales de verano espero que esté ya en la calle.
-Sin embargo, actualmente se le ha podido ver con otra banda llamada “Green fish” actuando en locales pequeños. ¿Eso demuestra que no se puede abandonar la música?
-La música no se puede dejar. Es lo que mejor sé hacer. Es lo que más me gusta y relamente me llena como persona a todos los niveles. Un músico que sea de verdad no puede únicamente estar por cuestiones de fama o de dinero o de relaciones sociales. Es el caso de muchos cantantes de Operación Triunfo que cuando vena que no les funciona la fiesta, montarán algún bar o harán cualquier cosas con tal de salir en televisión. En mi caso, yo soy feliz tocando delante de la gente y da igual que esté ante cincuenta personas que tocar en un escenario con cuatro mil. Me da lo mismo. Lógicamente es mucho más agradable tocar ante mucha gente. Pero la experiencia es siempre la misma. Supongo que me moriré tocando la guitarra.
No se nos tiene que olvidar que el disco es un soporte del siglo XX, porque
música ha existido siempre y estaban apoyados por una universidad o por una
aristocracia que les pagaba para que compusieran
-Aunque no dispone de mucho tiempo libre, ¿escucha la radio?
-Cada vez la escucho menos porque cada vez me da mas asco. Sencillamente es así. La mayoría de música que las discográficas están lanzando es bastante penosa. Es básicamente música de consumo de muy bajo nivel. Ni siquiera es buena música de baile. La buena música de baile se cuenta con los dedos de una mano. Y mucha no nos llega a través de las grandes emisoras de radiofórmula. Hay algunas emisoras que consiguen poner más cosas interesantes. Eso no quiere decir que sea rock independiente, pero sencillamente que sea música hecha por músicos, compuesta por autores y por gente normal. Y me da igual que sea un estilo country, más macarra...la música tiene muchas vertientes pero lo que no puede ser es un producto de una industria. Cualquier cosa que sean simplemente cantantes, es decir, que no se hacen sus propias canciones es absurdo. Aunque hablen de puta madre. Porque para eso hay gente que lo hace mucho mejor. Hay gente que sabe cantar y bailar de puta madre. A nivel de radio la cosa está bastante mal. Está en la mente de todos el nombre de alguna emisora que pone buena música, al margen de por ejemplo Radio-3 que emiten música que las radioformulas no pinchan. Lo que tampoco quiere decir que eso sea lo mejor, porque el hecho de darle paso a música alternativa muchas veces dan paso una que es una mierda. Los extremos son malos en todos los niveles. Lo importante es que creo que hoy en día internet puede democratizar la música y el tiempo pondrá cada uno en su sitio. El que tiene la sarten por el mango es el consumidor que escucha la música y si no encuentra lo que está buscando pues lo buscará en otro lado.
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