08 febrero 2011

Gary Moore, la mirada del blues

El difunto Phil Lynott era considerado una persona estrafalaria, extraña. El último romántico del rock. Toda una leyenda tanto dentro como fuera de las fronteras de Irlanda. Se fue sin despedirse. Su amigo íntimo -con el que incluso llegó a las manos-, Gary Moore, le sigue ahora sus pasos. Este irlandés de pura cepa ha muerto en Estepona a la edad de 58 años dejando un rastro de una treintena de discos grabados a sus espaldas.

Considerado como uno de esos grandes guitarristas, de esos que marcan escuela. Polifacécito y talentoso, Gary Moore se inició en el mundo de la música en The Boy. En su adolescencia pasada, la guitarra fue su pasión desde bien pequeño cuando acompañaba a su padre, que regentaba un salón de baile en Hollywood, a ver los ensayos de las orquestas. El gusanillo de la música se asentó. Pronto decidió emprender nuevas vías en las seis cuerdas, aquellas de las que han salido solos y melodías inolvidables como 'Out in the fields'.

El destino, tras colaborar con Peter Green (guitarrista de Fleetwood Mac) o con Skid Row, le llevó a reemplazar a Eric Bell en Thin Lizzy en pleno apogeo de la banda. Tras ese corto pero intenso viaje, Moore tenía claro que su creatividad debía volar sola. Estaba enjaulada. Introspección a pasajes sonoros más comerciales, los años ochenta pasaron por él vertiginosamente. Temas como 'Empty Rooms' (1985) llamaron la atención de la crítica. Hasta que llega el disco 'Wild Frontier' (1987) en el que ya se aprecia sus bases musicales celtas.

Uno de sus mayores éxitos, el intimista 'Still go the blues', en 1990, marcó un antes y un después en la carrera de este tranquilo irlandés de mirada tenebrosa. Experientando nuevos sonidos pero sin olvidarse de sus raíces, los noventa le reconvierten al blues. Incluso colaboró con maestros como B.B. King y Albert Collins. Su última etapa le condujo por grabaciones y colaboraciones además de fracasados proyectos en paralelo (como Scars o BBM), catálogo de versiones. En épocas más recientes, en 2008, grabó su último trabajo discográfico, 'Bad for you baby', algo más enfocado a los amantes del blues más tradicional. Descanse paz.

Lucky Gaucho: «Lo que ha muerto es una idea fetichista del Rock&Roll»

Conocí a Lucky Gaucho por casualidad. Pero me cautivó a la primera. Su actitud, rockera y añeja, con gran criterio y muy lúcida, además de su particular gusto por grupos y canciones que me encantan hicieron todo lo demás. Es puro rock&roll, "la música popular más potente y la expresión cultural más convocante del siglo XX", como él mismo lo define.

Bien podría ser la reencarnación de Tom Petty, y no solo por su estilo musical, repleto de rock clásico, blues y soul. Su nombre artístico proviene de una canción del músico americano ('You got Lucky') y de 'Gaucho', del disco de Steely Dan. Con esa mezcla a cualquiera no le entra curiosidad solo por escucharle, y más teniendo en cuenta sus influencias: Eric Clapton, Jimmi Hendrix, The Allman Brothers, Bad Company, The Rolling Stones o Doobie Brothers.

Se considera "perfeccionista", como él mismo me comenta cuando me pongo en contacto con él. "Me gusta alcanzar el máximo de la idea que tengo en la cabeza", continúa, al tiempo que reconoce que "me gusta cuidar cada uno de ellos". En los tiempos que corren, tan difíciles de prosperar en esta profesión, Lucky Gaucho es uno de esos artistas autodidactas. Él mismo se lo guisa y se lo come todo.

En plena crisis, con la aparición de nuevos soportes, le pregunto si se puede vivir de la música. Su respuesta: "Sí que se puede. El sistema que vivimos se ha encargado de demostrarnos que se lo pone difícil a cualquiera en cualquier tarea. Lo que no se puede es vivir sin música".

Esas nuevas tecnologías, como internet, han favorecido a que haya podido promocionar su música casi sin moverse de su escritorio, convertido en un casero estudio de grabación. Tanto es así que desde la web de alojamiento de música Reverbnation.com se ha situado durante seis meses en los puestos más altos para toda España. Desde el primer momento, este argentino residente en Marbella, ha venido contando el día a día del proceso de grabación de su disco.

El nombre del disco

En abril sacó su primer sencillo: 'Turn'. Incluso el nombre del disco lo sometió a votación a través de las redes sociales como Facebook o Twitter. El resultado: 'Soul Rider', impregnado de sus colores más personales, ya que él mismo ha producido y ejecutado todas las partes para las grabaciones.

También ha recogido las mejores imágenes de todo este tiempo para relatar a través de un documental el día a día. A la hora de componer se basa con una pequeña idea musical ("Una melodía, un goove") y se despierta con "eso en la cabeza". Es el comienzo de una canción, que desarrollará posteriormente. "Las letras van saliendo con el fraseo, afloran recuerdos, pensamientos, emociones... y, luego, ya está ahí, delante tuyo", señala.

Por tanto, ¿está este estilo muerto? "No en absoluto". Y argumenta: "Lo que ha muerto es una idea fetichista del Rock&Roll. Esos tópicos mueren siempre. La música no muere nunca". Como él mismo se despide a través de una declaración de intenciones: Peace&Rock.


El rock and roll ha muerto

Cuando recuerdo aquel tema de Lenny Kravitz 'Rock and roll is dead' siempre pienso en si las últimas tendencias en la música y los nuevos grupos emergentes han enterrado el sonido más rockero. Al menos en las listas de ventas ya no se encuentran sucesores de The Who, Led Zeppelin, Free o Lynyrd Skynyrd.

Ahora veo en The Guardian un texto que me parece bastante curioso y que titulan "El rock and roll está muerto'. Según la teoría expuesta por el diario, el pasado año el número de canciones procedentes del género de rock (Yeah) en la lista de ventas de singles cayeron a su nivel más bajo del último medio siglo, con solo tres temas entre los 100 éxitos más comercializados en el Reino Unido.

Es curioso porque, luego, grandes bandas como Bon Jovi o U2 figuran entre los artistas que más dinero ingresas de sus conciertos. ¿Está muerto entonces? El caso es que -recoge el artículo- el porcentaje de canciones rockeras ha pasado de un 13% en el 2009 a un ínfimo y escaso 3%, muy por detrás de otros estilos como el Hip-Hop o el R&B (un 47%) o más pop (40%), incluso música de baile (10%). Hasta el 2008 el rock representaba el 25% de los 100 singles más vendidos del año. Ahora, solo tres. Está claro que su influencia ha decaído.

Para más inri y, para mayor asombro de propios y ajenos, la canción de rock con mayor éxito de 2010 ha sido 'Don't Stop Believin'. Sí, una melodía que ya cuenta con más de 30 años de antigüedad. Las otras dos canciones más o menos de este género que entran en el Top 100 son 'Soul sister, de Train, y 'Dog days are over', de Florence&The Machine. Y si las escuchas tampoco es que sean demasiado rockeras.

¿Es el final de la era del rock como proclama Paul Gambaccini, conocido como el "profesor del pop"? Para él un rotundo y severo sí. Ha muerto como "del mismo modo la era del jazz ha terminado", aunque sí reconoce que "eso no significa que no habrá más músicos de rock buenos pero el rock como estilo predominante es parte de la historia de la música".

¿Estáis de acuerdo? Teoría un tanto descabellada porque, según explica este veterano DJ, el problema radica en que se invierte cada vez menos en talento y solo se dedica a buscar actividades más rentables como Operación Triufno o Factor X. El beneficio a corto plazo. Así de sencillo.

El artículo acaba recogiendo unas declaraciones de Paul Stokes, editor de una discográfica, quien dice que la música es un negocio cíclico y, por ello, hay que mantener la esperanza. De hecho, hasta se atreve a decir que este 2011 será el año de la rehabilitación gracias a actuaciones y trabajos de bandas de rock alternativo. "Estamos a la espera que venga la gran banda a cambiar la escena musical". A ver si es verdad...


Canciones sin humos

Con la entrada en vigor de la Ley Antitabaco los ánimos de la gente están un
poco alterados, la verdad. Y me he imaginado acerca de qué sería la música si nunca hubiese existido el tabaco. Muchos autores se han inspirado (nunca mejor dicho) en el tabaco y en el humo a la hora de componer sus temas.


¿Recuerdan el mítico 'Smoke on the water' de Deep Purple? Sí, ese sencillo pero increíble riff de Richie Blackmore que ha contagiado el placer de aprendices de guitarristas. Pues no. Se equivocan. No era por tabaco pero sí del humo que desprendía un incendio. Aquella canción contaba la historia de un incidencio que se había producido en el casino Montreux durante un concierto de Franz Zappa. Nada que ver. Olvídenlo.

De tabaco sí habla 'Cigarrettes&Alcohol', de Oasis. Menuda fiesta tendrían ahora que en ningún bar español podrían llevarlo a cabo. Al menos en la mitad de su propóstito. Lo que me recuerda otra: 'Cold beer&cigarrettes', del americano David Bazan. Como hicieran, no obstante, Brownsville Station en 'Smoking in the boys Room'. Menos tierno es el australiano Ben Lee en 'Smoking cigarettes will kill you', una metáfora acerca de las malas relaciones amorosas que sabes que van a acabar mal pero que, aún así, continúas. Como el tabaco, vamos.

También The Fiery Furnaces, una banda de indie rock de Nueva York, hacen
referencia a esta droga legal en 'Smelling cigarettes'. Ya con escuchar el
comienzo de la canción te lo dice todo ("Very much vodka and too much
tequila"). Más fiestas. Más tabaco en 'More cigarrettes', de The
Replacements, o en el tema de Otis Redding titulado 'Cigarettes and coffee'.

Con los cigarros de por medio, lo que cambia es el acompañamiento. Cambia café por chocolate y tendrás 'Cigarettes and chocolate milk', de Rufus Wainwright. Hefner, incluso, le hace un homenaje a la barrita de humo en 'The hymn for the Cigarettes'. Ni uno, ni dos. Hasta tres cigarros se fumaba Patsy Cline recordando a su amor en 'Three Cigarettes in an Ashtray'. A lo que se dedicaba Tex Williams era a fumar y fumar. ¿Recuerdan?

El tabaco también dio nombre a una carretera ('Tobacco road'), todo un clásico, como los que nombro a continuación. Hasta The Beatles se sirvieron del tabaco a la hora de componer una de las más bellas melodías de la historia. En la letra 'A day in the life' aparece una 'cortina de humo' en el autobús. Simon & Garfunkel sucumbieron a los cigarros en 'America' ("We smoked the last one an hour ago") o David Bowie en 'Rock'n'Roll Suicide' ("Time takes a cigarette, puts it in your mouth). A Joe Cocker tampoco le importó hacer referencia a su consumo en 'Long drag off a cigarrette'.

La nicotina se prendió en algunas letras de Pink Floyd. como en 'Nobody
home', en la que dicen "I've got nicotine stains on my fingers". De esa nicotina tan adictiva también habla Beck, en 'Nicotine&Gravy'. Los de
Seattle, Band of horses, hacen referencia a esta sustancia en 'Cigarrettes,
wedding bands'. O Artic Monkeys ('Cigarrette smoker').

El bueno de Axl Rose hablaba de que fumaba con estilo en 'Nightrain'. Y la
mítica banda británica Free ya hablaba de encenderse un cigarrito en 'Soon I will be gone'. The Smiths en 'What she said' ya decía que "fumaba esperando una tempranera muerte". El recientemente fallecido Captain Beefheart se hizo eco en 'Blabber 'n smoke' y Robert Fripp se comparaba con él: 'You burn me up I'm a cigarette'. Qué bonita metáfora, ¿verdad?

Ha habido cigarros de todo tipo. Hasta 'rosas'. Como en 'Pink cigarette', de
Mr Bungle. O los japoneses, según Spoon. O negociados, como en Plan B. Muy curioso. Como la habitación de la que hablaba Codeine en 'Smoking room'. Menudo submarino. Si no que se lo pregunten a Ry Cooder ('Fool for a cigarette'). La de los gorgoritos Russian Red ha tenido su mayor éxito (hasta ahora) con un tema que, ¿se imagina a qué hace referencia? Efectivanete: a los cigarrillos. Así que lo que toca es fumar en la distancia, como Supersuckers.


Ryan Adams, la involución de un genio

Todo un genio, Ryan Adams (no confundan con el músico canadiense) ha sido, junto con bandas como Wilco o Jayhawks, uno de los precursores de esa nueva ola del country rock alternativo. Experimental e intimista, vuelve a la carga tras una etapa lejos de la música para, desgraciadamente, abrazar sonidos más comerciales, aún sin olvidarse de los medios tiempos que con tanta elegancia ha desarrollado todo este tiempo.


Tras un extraño proyecto llamado 'Orion' (2010), un álbum conceptual y muy original, este 'III/IV', que se intuía un 'pelotazo' no alcanza a cumplir las grandes expectativas que teníamos depositadas. Está lejos de sus Whiskeytown, de su personalidad, de su su estilo tan característico, del más puro rock and roll de nueva creación.

Las letras, como siempre eso sí, se cosen en torno a los círculos y experiencias acerca del amor y los corazones rotos. Pero mejor pasar página y resignarse. Me enganchó con 'Heartbreaker' (2000) y me llegó hasta el fondo con 'Gold' (2001), me apasionó con 'Demolition' (2002) para conquistarme con 'Rock and roll' (2003). Fueron increíbles sus incursiones en 'Jacksonville City Nights' (2005) y, sobre todo, en 'Cold Roses' (2006), aunque se metió en embarrados caminos en los últimos trabajos como 'Easy Tiger' (2006) o 'Cardinology' (2008).

Ahora, este disco, que reúne 21 pobres y tristes canciones, se basa en un pop-rock mediocre y plano. Casi sin aportar nada. Más de lo mismo y más de lo que se está escuchando en las radiofórmulas. Una malquerida involución, donde no queda nada del estilo de antaño. Nada que destacar. Pero, ¿qué te ha pasado Ryan? ¿Qué hemos hecho para merecer esto?

Hechizo, absténganse fans

Me resistía a hacerlo. En la primera escucha lamenté profundamente haberlo
hecho. Lo primero que pensé al escuchar el tributo 'Hechizo' fue "este disco es una mierda". Pero, tras volverlo a escuchar, lo reitero. Las canciones de Héroes del Silencio están labradas con una fuerte personalidad, la de su cantante, Enrique Bunbury, y su característica voz, y un estilo muy particular que lo hace inimitable.

Maldito Duende: Nadie discute que Andrés Calamaro es un gran artista y también tiene un estilo muy peculiar, que le hace distinguible del resto de
'musicastros' que pululan por ahí. Pero la versión de esta canción resulta plana, burlesca, ridícula y adolece de la fuerza que caracteriza a este himno generacional.

Olvidado: sin ser uno de los temas más recordados de la banda zaragozana, sí forma parte de uno de sus mejores discos -El mar no cesa- en el que la rubia melena al viento de Bunbury le cortaba media. Ahora Ximena Sariñana la desempolva para convertirla en un amalgama con toques funkys y jazz, aunque reconvirtiendo su esencia en algo difícil de 'olvidar'.

Sácame de aquí: llega Ariel Rot y su fórmula de éxito, más que explotada. El argentino la ha hecho tan suya que casi ni se reconoce. Cambia la cumbia y el medio tiempo de la original para darle un toque rock pero pierde melancolía y nostalgia.

Los restos del naufragio: Suena embrutecida, austera en la voz de los Pereza. Pero es una de las que mejor suenan. Sin duda. La banda madrileña son estupendos 'versionadores'. No me desagrada y parece bien sacada de su repertorio.

Porque las cosas cambian: otro de los últimos éxitos de Bunbury. Es una de esas canciones pegadizas que nada más escucharla por vez primera resuena en tu cerebro. Pero Jaime Urrutia, en un ejercicio de arquitectura, la destroza por completo. Sin carisma. Incluso al principio parece que imita al músico maño. Es su amigo, lo ¿habrá perdonado?

Héroe de leyenda: una de esas que viven en los karaokes para deleite de
acérridos seguidores. Suena distinta, totalmente diferente. Regada con
sintetizadores Zoé la ha convertido en una canción muy del siglo XXI, muy
psicodélica. Tampoco me desagrada...del todo.

Hechizo: Catupecu Machu trata de jugar a las imitaciones. El estribillo de
"Vámonos de esta habitación..." queda rezagado casi a un segundo plano, aunque la música tiene empuje, firmeza y garra. Pero escuchar otra de esas canciones para el recuerdo en la voz de Fernando pues como que también pierde un poco de sentido.

El extranjero: Sin más que decir que DePedro tiene un toque 'bunburiniano' bastante interesante. Mucha más oscura, apagada y áspera. La chispa adecuada: la enormidad reducida al absurdo. Nada que ver con la original. Los más fanáticos de Héroes deberían taparse los oídos en el momento de ser interpretada por Aterciopelados. uno piensa '¿pero esto qué es?'

Lady Blue: el hijo de Jodorowsky, amigo de Enrique, se podía haber quedado calladito. "Todo es insignificante". Lo insignificante es la versión, cuyo
comienzo resulta enigmática y aburrida. Mejor pasar a la siguiente.

Con nombre de guerra: la crueldad de la letra es enviada al cubo de basura de principio a fin. Obscena versión de San Pascualito Rey.

Entre dos tierras: el himno generacional de muchos españoles. La canción de Héroes y por la que, posiblemente, han pasado a la historia de la música. Otra del catálogo del karaoke. Incluso hoy en día se 'pincha' en pub alemanes como tradición. Los gorgoritos del cantante de Sober ahoga su fortaleza. Es casi tronchante el crimen cometido. La desatada furia y la abrumadora creatividad se apaga como la llave de la luz.

Canto (el mismo dolor): leáse en contexto de alguien a quien el estilo de
Macaco no cala en su filosofía musical. Estos giros 'reggaes' y con gran protagonismo del bajo en este tema cuyo original comienza con una guitarra
española. Ahora, ésta se cambia por una acústica acelerando el ritmo y dejando de lado su agonística letra.

De mayor: esta es una de las pocas que se salva. La hace suya Iván Ferreiro. El músico gallego destripa la canción -otra de la radiofórmula etapa en solitario de Bunbury- para inventarse una nueva. El gallego le aporta el toque especial de su varita mágica. Me gusta, sí.

El boxeador: no entiendo la elección de esta canción en la voz de Bebe. Estilos antagónicos, metida con calzador en 'Hechizo' y que puede herir sensibilidades. Es muy cool, bailable y con aderezado con sonidos muy 'funkys'.

El viento a favor: la verdad es que Quique González la desnuda y consigue
emocionar. Es sensible, intimista y delicada. Uno de los aciertos del disco. Le
queda como anillo al dedo. Conectará rápidamente con los seguidores de ambos músicos.

Apuesta por el rock and roll: estaba claro que si alguien tenía que cantar esta canción tenía que ser Loquillo. La verdad es que es oportuna y podría encajar
perfectamente en su repertorio. Es gamberra, chulesca y traviesa, más rockabilly que la original. Vale la pena escucharla.

Alicia: el primer gran éxito de Bunbury en solitario obtiene una nueva esencia en la voz del ex de Roxy Music, Phil Manzanera, con toques vanguardistas y tan creativos que soprende. Cabe recordar que Manzanera ya había producido los discos 'Senderos de traición' y 'Espíritu del vino'. La parte instrumental es carismática y uno de los aciertos. Más progresiva.

Que tengas suertecita: sin ser una gran canción, prescindible quizá en su
repertorio, el mexicano Saúl Hernández aparece como el carnicero de los
sonidos. Porque vamos, la personalidad de la letra y el optimismo queda en
entredicho.

Lejos de la tristeza: ¿Qué pinta Shinoflow en un disco homenaje a
Héroes-Bunbury? Nadie lo sabe. Es otra cosa, otro mundo. Muy rapeada. Tampoco será recordada. O eso creo.

Mar adentro: el estilo y personalidad de Danza Invisible se cuela casi
provocando hipoacúsia -disminución de la capacidad auditiva-. Sí, señores, otra de las míticas canciones destrozadas. Con un ritmo más pausado y lento. Dan ganas de llorar.

Desmejorado: no podía faltar en este disco el nombre de Raphael de quien
Bunbury tanto ha mamado. Le aporta un valor añejo y expresiva que es saludable. ya estaba editada desde el 2003, ya que el propio Bunbury escribió la canción para el músico de Linares. Si no la habías escuchado antes es tu oportunidad.

Escucha el disco en Spotify.


Noel Gallagher contraataca

Ahora que su hermano ya tiene grabadas las canciones con Beady Eye, Noel Gallagher contraataca asegurando que ya se encuentra trabajando en lo que será su disco en solitario, y que verá la luz a lo largo del próximo año.

Posiblemente, se titule 'My fantasy', aunque todavía es pronto para avanzar nada. Ya se sabe que estas cosas cambian de la noche a la mañana. Pero lo que parece que está claro es que el 2011 serán rivales en las listas de discos. Aunque no lo ha confirmado él precisamente.

Lo ha dicho Miles Kane, cantante de Last Shadow Puppets, una de esas bandas modernas del nuevo milenio. Ha dicho -según recoge la BBC- que toca la guitarra en una de las canciones del ex componente de Oasis, aunque todavía no ha enseñado todo ese material disponible. Sí, queda trabajo.

"Terminé de grabarla en dos horas", ha llegado a decir Kane. Es, lo que viene siendo, un "favor" por ayudarle en otros trabajos discográficos. De momento, nos podemos conformar con algunas pinceladas en directo.

Del cine al escenario

Suele decirse que los actores norteamericanos están mejor preparados que los españoles. ¿Leyendas urbanas? A lo largo de su proceso de aprendizaje, siendo todavía jóvenes en la mayoría de los casos, aprenden el método de actor, descubren la música y, muchos de ellos, acaban siendo polifacéticos. Tocan todos los palos y son capaces de interpetar tanto un texto de un guión como una canción. Eso sí, la música como hobby.

Muchos de ellos decidieron probar suerte en el mundo de las guitarras, los acordes y las melodías como vía de escape o, en su defecto, por hacer algo nuevo, aparcando así su carrera cinematográfica. Sin triunfar. Sin embargo, hay casos que se han producido al revés. Tras cosechar el éxito sobre un escenario, prueban suerte en la gran pantalla. Hay muchos ejemplos.

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Saltó a la fama tras interpretar a la adolestente Danielle en 'El Cabo del miedo' y consolidándose en 'Kalifornia' como una prometedora actriz que se ha ganado el corazón de todos permaneciendo como secundaria. Juliette Lewis and The Licks es su grupo con el que saca toda su rabia y rebeldía.

Pero para sorpresas, el gran Kevin Costner, que aprovecha los momentos de libertad cinematográfica para ajustarse la bandolera y ensayar junto con su banda, Modern West. Puro rock americano que nadie acertaría a decir que el actor de películas como 'Robin Hood, príncipe de los ladrones' o 'El guardaespaldas' está detrás de es rasgada voz típica del country.

Sonido similar aunque algo más funky es el que Gary Dourdan, el 'negro' de CSI, saca de su guitarra, aunque como buen afroamericano, sabe vibrar con el jazz y el soul como ha demostrado en varias ocasiones durante las galas a las que asiste como invitado. Es todo un espectáculo escucharle pero, claro, la música es un hobby para él.

Hugh Laurie, Gregory House para los amigos, se ha convertido en uno de los actores mejor pagados pero también sabe encandilar a todos si empuña una guitarra o se sienta al piano. Jazz, rock, lo que le eches, ya que domina muchos estilos diferentes. Lo hace por gusto, por el placer de cantar pero su carrera no está enfocada hacia la música, aunque bien seguro podría.

Quien sí ha podido vivir de la música y del cine practicamente al mismo tiempo es la explosiva Madonna. La gran polifacética. Todo lo que hace, todo lo que toca se convierte en éxito. Discos, películas. La 'rubia' ha sabido sacar partido a su belleza y a su voz. Es la 'reina del pop', no hay comentarios para describirla.

Otra polifacética que triunfa en todos los campos donde actúa es Beyoncé. Cantante, compositora, productora, actriz estadounidense y modelo, conocida por ser miembro del cuarteto Destiny's Child. Lo tiene todo esta chica, una voz prodigiosa, un cuerpo de ensueño, una mirada penetrante y una sensualidad desbordante.

Artistas más populares en el campo de la música son Jennifer Lopez o Chayanne. Ambos, de ascendencia latina, se han consolidado como dos de los grandes vocalistas pop de los últimos tiempos. Sobre todo, la cantante, la persona de raíces latinoamericanos más rica de Estados Unidos. Comenzó como actriz, a los dieciséis años con 'My little girl'. En 1997 saltó a la fama por ser protagonista de 'Selena'.

Como no podía parar, se lanzó a grabar un disco en 1999, que llevaba por título 'On the 6', un auténtico éxito de ventas. Debutó en el Top 10 en la prestigiosa lista de Billboard. Luego vinieron películas como 'La celda' y otro disco en su imparable y astronómica carrera de esta mujer, diseñadora, actriz, cantante, modelo, bailarina y productora.

La también (y guapa) actriz Scarlett Johansson ha hecho sus pinitos en la música. Dos discos un poco descafeinados y olvidados acreditan su trayectoria musical. Pero la niña ha tenido su protagonismo. La americana aApareció en el videoclip de Bob Dylan 'When the Deal Goes Down' y también estuvo presente en 'What Goes Around', de Justin Timberlake. Más recientemente, en 2009, hizo una versión de 'Last Goodbye', de Jeff Buckley. Poco más, la verdad.

Chayanne es un cantante puertoriqueño que probó suerte como actor en miniseries como 'Gabriel, amor inmortal', donde hacía el papel protagonista junto al también cantante José Luis Rodríguez 'El Puma'. Luego vino, en 1998, 'Baila conmigo', que volvió locas a sus seguidoras cuando se encontraba en su pleno apogeo.

Sin tampoco haber triunfado en el cine pero sí encima de un escenario y con pantalones ajustados de la época glam en la que se encontrba es el mítico rockero Jon Bon Jovi, que quiso probar, a mediados de los noventa, en qué consistía ser actor. Pero actor de reparto, claro, porque no llegó a triunfar. Puro márketing. Su último film: 'Vampires' (2002). La interpretación quizá no fuese lo suyo.

Otro que también sabe sacarle partido a su gargante es Russell Crowe, actor y cantante norteamericano, Oscar a la mejor interpretación por 'Gladiator'. Apareció en el musical 'Grease'. Un año antes, en 1992, formó su propia banda de rock llamada '30 Odd foot of grunts', con la que grabó tres discos como vocalista. También ha tenido un proyecto a través del cual publicó un álbum en iTunes con el título 'My hand, my heart'.

En España cuesta sacar ejemplos similares. Quizá la persona que mejor encarna esta esencia polifacética es María del Pilar Cuesta o más conocida como Ana Belén, considerada una de las aristas más emblemáticas de la cultura española y que se ha convertido en un auténtico símbolo de la lucha feminista en nuestro país. El éxito no le falta.

No tan exitosa ha sido la carrera cinematográfica de Coque Malla, conocido por ser cantante y líder del grupo Los Ronaldos, formado en 1987, en plena Movida madrileña. Éxitos como 'Sabor salado', 'Guárdalo con amor' o 'Adiós, papá' le encumbraron como estrella del rock. Pero el cine se cruzó en su vida y, desde 1992, ha participado en una decena de películas, una de las cuales 'Efecto mariposa'.

Algo parecido pero con mucho menos encanto es el ejemplo de Dani Martín, cantante de El Canto del Loco, que a la tempranera edad de 14 años debutó en televisión presentando el programa infantil 'Ponte las pilas'. Estudió arte dramático y ha desarrollado numerosos trabajos como actor, aunque sus incursiones en el cine son, más bien, esporádicas. Ahora, bueno, recientemente, ha sacado un disco en solitario...que bueno...da igual.

Leonor Watling, preciosa y bella mujer, es la cantante de Marlango, un grupo de pop español, y con una extensa carrera cinematogáfica, que le ha llevado a participar en reconocidas películas como 'Los crímenes de Oxford', 'La mala educación', 'Mi vida sin mí' o 'Hable con ella'.

Similar historia es la protagonizada por Nawja Nimri, que formó el grupo Nawjajean con el productor Carlos Jean. Estudio interpretación pero la fama no le llegó hasta participar en 'Abre los ojos', junto a Penélope Cruz y Eduardo Noriega. Desde entonces, el trabajo no le ha dado la espalda y ha interpretado a diversos personajes de toda índole, aunque su peculiar tono de voz le ha acompañado siempre. Es su seña de identidad.

Tras estudiar Arte Dramático en la Escuela superior de Málaga, Fran Perea se incorporó a la recordada serie 'Al salir de clase', donde daba vida a Hugo, hasta acabar en 'Los Serrano', lo que le dio la posibilidad de grabar su primer disco con temas compuestos por Pau Donés o Coti. La vida da muchas vueltas.


29 septiembre 2007

Bruce Springsteen tiene magia para tiempo

Una mañana de septiembre todo cambió. El mundo occidental dejó de existir por un momento. Derramó las peores lágrimas. Y comenzó a padecer la angustia del tiempo. Gran parte de los discos que se lanzaron a raíz de la masacre de las Torres Gemelas respiraron ese dolor pero a su vez estaban bajo una gran fuerza. La música de Bruce Springsteen tampoco volvió a ser la misma. El ánimo se perdió entre incandescentes llamas. Y cayó en desahucio.

El patriota americano, el héroe, expiró para dar paso al hombre. Al amigo. El rockero de New Jersey, una de las cunas del rock and roll, ha vuelto a encontrar su camino. La gloria está de nuevo entre sus manos. Las mismas manos con las que agarra fuertemente a su Gibson Telecaster.

Magic es el título pero una simple palabra que encumbra al ‘Boss’ en su pleno esplendor. Aunque nunca le gustó que le llamaran así, el ‘Jefe’, como todos le conocen, tiene muchas cosas que decir todavía pese a publicar discos irregulares y sin criterio en los últimos años.

Tremendamente bien interpretado, este nuevo trabajo discográfico rezuma energía y vitalidad. Canciones que enamoran y enchufan los pensamientos a los corazones. Es una vuelta a los inicios. Quizá por ello haya decidido resucitar, después de cinco años de ausencia, con la mítica banda E Street Band.

Radio Nowhere’, primer single, es una explosión de fuerza y coraje. Con un sonido muy de 'garaje', se trata de una crítica a las emisoras de radio que, seguramente, la trasladen por sus ondas sin pensarlo.

Después de levantar el ánimo e inaugurar un disco que recuerda en ocasiones a antaño, el músico norteamericano, que no ha intervenido en la producción del mismo ni en la composición de las canciones, interpreta ‘You’ll be comin’ down’, una alegre y vitalista canción con toques pop que revitalizan la melodía consiguiendo que los problemas desaparezcan.

Al más puro estilo Springsteen, el saxo levanta el telón en ‘Livin’ in the future’. Vientos que no podían faltar. Forma parte de su religión. Divertida pero elegante, es una declaración de principios pero, a su vez, un guiño a los Beach Boys. El pesimismo se instala en ‘You own worset enemy’. Envuelta en un misterioso mensaje, es espectacular pero agridulce. Por estas

Algo parecido sucede al escuchar ‘Gipsy biker’. Una armónica da a luz a los primeros acordes. Dulce pero una melodía simple. Sin embargo, poco aporta a la trayectoria musical. Quizá una de las que se podría prescindir de ellas.

Una de las que más me gusta es ‘Girls in the summer clothes’. Melancólica y nostálgica, su pegadizo estribillo retuerce mi cabeza dibujando a una América olvidada. Es un medio tiempo adecuado para disfrutar mientras uno regresa a casa en coche. Es momento de revisar las obras y la arquitectura que nos rodea. Descubrir lo que oculta la rutina.

‘I’ll work for your love’ tiene toques de balada. Son momentáneos, ya que el piano de Roy Bittan da paso una explosión de fuerza. Sentimental, son de esas canciones que ponen los pelos de punta nada más escucharla. Aquellas que recuerdan a alguien en un momento. Ya pasó, terminó la magia pero nada morirá si vive en nuestros corazones.

El punto de inflexión se produce con la llegada de ‘Magic’, que da titulo al disco. Puro folk, con toques vanguardistas y suaves efectos, acompañado de su acústica, de esas que le gusta al Boss. Escupiendo sonidos de música tradicional. La canción, mística y espiritual, transmite muchos sentimientos.

Otra de las mejores canciones del disco es ‘Last to die’. Política y sociedad se entremezclan entre un rock americano. Quebradiza pero rompedora, hasta el punto de pasar como una apisonadora, destrozando toda ideología. Los hombres, la vida, el amor importó más que las guerras.

El ejemplo de un herido en una guerra, regresando en silla de ruedas después de luchar por su país, es la imagen que se forja con fuego en nuestra cabeza. ‘Long way home’ es el tema que cierra el disco. Con soltura, deja un regusto amargo. Repetitiva, se desvanece lentamente, en silencio, encandilando pero le falta algo. Sin embargo, puede sonar grandioso en directo. Tiempo habrá para degustarlo.

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25 septiembre 2007

Carlos Raya, músico de guardia

¿Qué tienen que común Sangre Azul, M-Clan, Quique González, Fito&Fitipaldis y Antonio Vega? Cada uno en su estilo, casi antagónicos, todos ellos han contado con la presencia del guitarrista-productor Carlos Raya, un músico en todos sus términos, para hilar sus producciones musicales.

Aparece en las obligadas fotos promocionales sin recibir directamentelos flashes de la fama. Igual es capaz de levantar sonidos propios delhard-rock que acompaña una dulce melodía con su pedal steel o, incluso, haciendo uso de un dobro o una mandolina. Todo instrumento que tenga cuerdas está en el perímetro de su arte.

El madrileño ha sido el encargado de sacar sonido a otro músico de la ciudad, Quique González, desde su primer disco.Parece que fue ayer cuando comenzó a rodar ‘Personal’. Con unosmodestos inicios, esta cantautor fuera de lo común se ha convertido enun reconocido artista adorado por un público fiel que le sigue alládonde vaya. Sus letras dibujan la realidad cotidiana con una poesíatrivial y sencilla, sin ostentosos aderezos, reforzadas con una músicasinuosa y sentimental.

El oído elegante del incombustible Carlos Raya es capaz de sacarlepunta al romanticismo y la nostalgia del mismísimo Antonio Vega durantesus diatribas personales encima de un escenario. Conoce perfectamente la fórmula para enfocar la grabación a fin de que no haya fisuras, facilitando el trabajo a los letristas.Encomendarle esta tarea es una garantía de éxito, ya que es portador deese don para seleccionar la toma aceptable, de encontrar los volúmenesadecuados, de poner a punto los niveles y de hacer interesantespropuestas.

Pero no se queda en eso. Acompaña, desde la inesperada marcha de Santi Campillo, a los murcianos M-Clanen su ascenso musical. Se tuvo que abrir paso para hacer olvidar a unode los pilares del grupo. Giras extensas que recorren gran parte de lageografía española pasa factura al físico de los artistas, sin embargo,Carlos Raya tiene motivación todavía para subirse a un escenarioflanqueado por un vasco de corta estatura llamado Fito Cabrales.Así ha quedado demostrado desde el lanzamiento de ‘Por la boca vive elpez’. A pesar de hacer labores de producción, su hábitat natural es unescenario.

Y todo ello, sin olvidar sus raíces. Perteneció a Sangre Azul,uno de los grupos de hard rock en castellano más importantes de losaños ochenta. El estilo musical que preconizaban pasó de moda aprincipios de los noventa, momento en el que decidieron echar el cierrea casi diez años de historia. No siempre cualquier tiempo pasado fue mejor.

Confidente y amigo, Carlos Raya forma parte de ese grupo de músicosque levantan himnos, ensanchan las canciones, dotándolas de la calidadque merecen, pero que permanecen en la sombra como muchos otros, sin hacer demasiado ruido, en un segundo plano,al estilo de los grandes actores secundarios del mundo del celuloide.Un trabajo casi infravalorado pero que alguien tiene que hacerlo, y quémejor que contar con alguien que puede sacarte de un apuro en unmomento dado.

La ‘lengua popular’ de Andrés Calamaro

Dicen que la fama es efímera, y quizá se esté en lo cierto. Pero la fama de algunos artistas es la aureola másinsignificante que les rodea porque su insaciable vocación es lacreación. Andrés Calamaro ha sabido mantenerse en su sitio durante mucho tiempo, ha tratado de ser sencillo cuando las turbulencias se extendían y austero mientras interrumpían su paz.

El cantante argentino no es muy dado a entrevistas. Durante laspromociones se esconde bajo sus inconfundibles gafas, estilo años setenta, rememorando una época anterior. De hecho, podríamos decir que es una especie de Bob Dylan latino. Realmente no le apasiona estarfrente a las cámaras. Lo que de verdad le hace sentirse inmortal es estar subido a un escenario. Ahora, tras unos años sin hacer demasiado ruido, vuelve a dar la nota con su ‘Lengua popular’, título de su nuevo disco, una especie de continuación de ‘El Palacio de las flores’.

Dejados los experimentos, el rock and roll invade este disco de principio a fin. Este es uno de esos trabajos que suben directamente al podio de sus mejores creaciones. Su biografía lo echaba de menos. Está muy por encima del ritmo inpuesto desde ‘El cantante’. Y es que ‘Lengua popular’ es auténticamente Calamaro. El ex cantante de Los Rodríguez huye de los ensayos para recordar el carácter rebelde de sus letras de ‘incomprendida comprensión’.

De nuevo, temáticas amorosas, en especial el desamor, con inesperados giros idealistas, y aderezadas con una interminable pasión por la vida o el recuerdo de los seres queridos inspiran estas nuevas creaciones. Las doce canciones que componen su nuevo trabajo discográfico están envueltas en la esencia de Calamaro. Todas sus letras llevan profundamente inscritas su marca. Es indiscutible.

Rememorando tiempos anteriores y provocando un reencuentro con el Calamaro de ‘Honestidad brutal’ y ‘Alta suciedad’, el argentino regresa pisando fuerte. De hecho, es rodeado de guitarras eléctricas y de su particular piano cuando se muestra mucho más versátil y creativo. Su fluidez vocal, perdida en contundencia pero no en esencia a consecuencia de los años de excesos, queda de manifiesto en las nuevas melodías.

Es el fruto de una sociedad musical comprometida entre el rock y la música popular. Sus letras, envueltas en carismáticas fusiones musicales, regresan el próximo 11 de septiembre, una fecha perfecta para dar a conocer lo que será un ‘bombazo’. Nada que ver con ‘El Cantante’, ‘Tinta roja’ o ‘El regreso’, discos que cosecharon poco éxito y que enfundó a Calamaro en un trajede artista lírico sin mayor importancia que la de vivir de rentas.

Su increíble creatividad le llevó a sacar dos discos en tan solo un año. Extremadamente productivo, obtiene petróleo de la realidad social, de su vida diaria, aquella que le rodea pero que le atormenta. Sus cuadros musicales están compuestos de letras triviales que dibujan una esfera próxima al mundo real.

La experiencia vivida con su alter-ego Fito Cabrales ha dado pie a que el público español le recordara como artista de rock. Pero es que de ‘El palacio de las flores’, que pudo devolver la esperanza a los amantes del ‘calamarismo’, solo se salva el single ‘Corazón en venta’,repetido hasta el agotamiento en las asesinas emisoras deradio-fórmulas. Este disco es mucho más pop rock de lo que se esperaba.Producido por el su amigo Cachorro López, ‘Lengua popular’ pude convertirse directamente en uno de los clásicos de Calamaro.

La injusta vida del músico desconocido

“Soy músico de guardia desde la cuna a la tumba plantado como una farola al norte, al norte de mis dudas”. Este fragmento de una de las canciones del cantautor madrileño Quique González simboliza las dificultades por las que atraviesan los músicos amateurs, aquellos que darían su vida por una oportunidad, por subirse encima de un escenario y demostrar todo lo que llevan dentro. Una vida injusta marcada por la suerte y el destino.

Naudo,
un brasileño afincado en las Islas Canarias es uno de esos artistas nobles que, sin haber sido tocado por laestrella de la fama, consigue emocionar como el que más a todos los quele escuchan. Poco se sabe de él. Tan solo los que le conocen de cerca.Dispone de un espacio propio en Youtube, lo que le ha servido para revolucionar el mundo de internet. Así, ha podido catapultar sus ‘covers’, que se han convertido en una zona de paso para los aficionados a la guitarra.

Hermético, frío e impasible, recorre los hoteles del sur de la islainterpretando canciones a manos de su guitarra española; sin más vozque la de las seis cuerdas. Naudo da vida a los recuerdos, es todo unvirtuoso de la guitarra, que reinventa los grandes éxitos del pop yrock de todos los tiempos con acordes imposibles, con una técnica muy difícil que consiste en combinar el bajo con la melodía al mismo tiempo; como si de dos guitarras se tratase.

El brasileño abarca un amplio espectro de géneros musicales que van del rock más clásico, con temas de Elvis o The Beatles, al más actual como R.E.M. o Eric Clapton, pasando por la bossa nova, el jazz o, incluso, atreviéndose con la samba o el tango.Pero su capacidad de asimilación de diferentes estilos es increible,puesto que también muestra sus dotes con canciones como la conocida B.S.O de Superdetective en Hollywood o ‘The eye of the tiger’ de Survivor.

Andy Mckee, una forma espectacular de tocar la guitarra

Si la música comunica, Andy Mckee es el perfecto artista. Su peculiar forma de tocar la guitarra acústica le convierte en un músico inimitable pero, a su vez, idolatrado desde el primer momento en el que se le escucha. Nacido en 1979 en Topeka, Kansas, su fama de guitarrista extraterrestre le persigue allá donde va.

Se trata deun genio a las seis cuerdas que no tiene rival. De hecho, ya ha resultado ganador en distintos concursos de guitarra llevándose, incluso, la admiración de sus competidores. El norteamericano extrae de su guitarra impensables y coloristas sonidos que a nadie se le hubiera podido pasar por la cabeza. Pero, encima, lo adereza con una manera característica, haciendo asombrosos ‘tapping’ al tiempo que arpegia las melodías.

Por si fuera poco, ha recibido numerosas críticas, casi todas ellas alabándole, sobre su inconfundible estilo a la hora de interpretar su música, toda ella en acústica. Con sonidos que recuerdan al mejor Joe Satriani, las creaciones de este extraño compositor son una explosión de técnica, de imaginación, de espectacularidad y de magia. Sin embargo, también obtiene dotes de la escuela dejada por Stanley Jordan.

Comenzó a tocar la guitarra con 13 años, cuando su padre le regaló su primera guitarra clásica. Pasado el tiempo, y con un poco de madurez, agarró la eléctrica para emular a sus grandes ídolos, Eric Johnson, Steve Vai y Joe Satriani. Precisamente, de este mago a la guitarra, que tocó con Deep Purple , obtiene la elegancia en sus composiciones.

En 2001 lanzó al mercado su primer disco, titulado ‘Nocturne’, que le llevó incluso hasta Taiwan para tocar ante miles de fervientes seguidores. Tres años después, grabó ‘Dreamcatcher’, que le convirtió ya en un hito musical. Su extravagante forma de tocar no pasaba desapercibido para nadie y, en un momento musical en el que parece que todo esté inventado, Andy Mckee refrigera el panorama mundial, lo descomprime de su asombro y da un paso más.

Con ‘Art of motion’ da una vuelta más de tuerca, se retuerce en los sonidos de vanguardia, coquetea con el country, alcanzando melodías sinuosas y dulces que aportan tranquilidad, sosiego y, por si fuera poco, sin artificios ni edulcorantes.




Vudú, la esencia argentina de una época anterior

Cuentan que decidieron escoger el título, por primera vez para identificar todo el trabajo discográfico, porque fue, precisamente, ‘Picaseso’ la canción que más se les atragantó durante los ensayos. Y es que desde que Vudú comenzó a darse a conocer todos destacaban la fuerza que rezumaba su música. Argentina, cuna de grandes músicos,ha parido puro rock en su auténtica esencia.

Vudú encandila como la magia negra, sugiere como los héroes de los comics y satisface como los verdaderos amantes. Con la grabación de su tercer disco, Argentina se ha rendido a los pies de estos seguidores acérrimos de una década anterior, los 70, a la que deben su estilo a la hora de tocar.

De hecho, la inconfundible voz de Ike Parodi, capaz de rasgar con su amplio registro vocal las notas más altas casi sin esfuerzo, recuerda a la estética del viejo Robert Plant. El volumen característico d su vocalista se muestra, como en sus anteriores discos, enmarcado en unos constantes giros vocales que llega incluso a eclipsar a las seis cuerdas.

Ya en su disco debut sus canciones se convertían en una declaración de principios de la etapa dorada del hard rock, una tónica que se ha repetido hasta la saciedad en su repertorio en directo repleto de versiones de grupos como Led Zeppelín. AC/DC, Black Crowes o los españoles M-Clan han influenciado a estos músicos que, desde la localidad argentina de Rosario, han conseguido la plena madurez para dar el salto a nivel internacional.

Tanto es así, que en su último disco interpretan la demoledora ‘Stormbringer’, de los aclamados Deep Purple, en una de esas versiones que, pese a las dificultades con el idioma, transportan la fuerza de la mítica banda británica.

La banda se formó hace ocho años, editando su primer disco en 2003 con temas que contienen claramente la esencia del rock de los 70, aunque con un sonido de vanguardia, adaptados a los nuevos tiempos, y donde reflejan sus historias personales de su ciudad natal, lo que, para el seguidor que se encuentra en España, le resulta desconcertante algunos términos, ya que desconoce el significado.

Con ‘Sueños eléctricos’ dieron el salto a nivel nacional. Desde su concierto en Buenos Aires en 2004 no han parado de crecer como músicos. Ahora con ‘Picaseso’ han mejorado su estilo, sobre todo durante unos riffs de guitarras mucho más estilizados y depurados. Con temas como 'El viaje' o 'Dios ha muerto ', ahora, los argentinos tienen su gran oportunidad.

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03 agosto 2007

Tiempo de regreso para las viejas glorias

Las segundas partes nunca fueron buenas. Pero quizá en la música este aforismo tiene una traducción especial. Después de un tiempo admirado, cualquier etapa anterior siempre es añorada, sí, pero la confirmación en los últimos años de grandes bandas de rock es siempre una noticia bien acogida por todos los amantes de la música. Los tiempos han cambiado pero hay quienes han decidido emprender una nueva aventura.

Los últimos que han anunciado su retorno son los legendarios rockeros The Eagles, autores del excelso Hotel California, uno de esos himnos musicales sin fecha de caducidad que marcan toda una generación y que todavía, treinta años después, sigue emocionando tanto a pequeños como a grandes. Y es que los californianos han descongelado el infierno tras 29 años de la grabación de su último disco de estudio.

Pero no son los únicos que se suman a esta moda, ya que en los últimos años hemos asistido al retorno de viejas glorias que, quizá por exigencias económicas o por dar rienda suelta a una inagotable creatividad, han decidido desempolvar las botas, los micrófonos y las guitarras para subirse, de nuevo, a la camioneta y recorrer así los escenarios que les vieron nacer.

Es el caso de los monstruos sagrados del rock, Guns`n’ Roses, que regresaron con más pena que gloria, aunque tan solo con la presencia de su mítico y admirado vocalista Axl Rose. ¿Quién no recuerda el comienzo de ‘Sweet Child on mine ‘? Irrepetible, al igual que sus grandes éxitos ya jamás podrán recuperarse, al menos en esencia. Y es que el demorado disco ‘Democracy Chinesseaún no ha visto la luz después de doce años preparándose.

Quienes han roto también un silencio de diez años han sido los zaragozanos Héroes del Silencio. La banda liderada por el ecléctico y provocador Enrique Bunbury, autor de otro himno que marca un antes y un después , parece haber dejado atrás las rencillas personales que dieron al traste con el mayor proyecto de rock de la historia de la música nacional. De hecho, una década después, el grupo español más internacional sigue sonando en las emisoras y discotecas alemanas.

De nuevo a la carga, Smashing Pumpkins ha grabado, siete años después, un alentador disco titulado ‘Zeitgeist’ , en donde rememora su pasado más actual gracias a un sonido estridente, muy guitarrero y contundente. Los chicos de Billy Corgan, que han iniciado otra vez su relación profesional, han protagonizado su esperada resurrección musical. Y, por si fuera poco, se han metido en una gira mundial que les ha llevado a participar en los mejores festivales, y los que es más que seguro sonará su gran ‘Tonight, Tonight’ .

Los veteranos The Who, casi olvidados, dieron el campanazo el año pasado tras dar a conocer una buena noticia para sus miles de seguidores pero irónicamente mal acogida por los fabricantes de guitarras, aunque su mítico líder Pete Townshend ya adelantó que jamás volvería a romper los instrumentos. Los tiempos han cambiado, aunque todos recuerdan aquella peculiar forma de rasgar las seis cuerdas como en Baba o’Riley .

Otros rockeros salvajes, otra de las mejores bandas de todos los tiempos, Deep Purple han pasado de estar en la memoria para estar, como a ellos siempre les gustó, entre amplificadores, cables y rodeados de sus fans. Como chavales, los británicos, que han sufrido numerosos cambios en su formación a lo largo de su extensa biografía, ya saltaron a la escena musical hace cuatro años con ‘Bananas’. El disco ‘Rapture of the deep’ les devolvió a los escenarios en 2005. Simplemente con escuchar el riff de guitarra más famoso de la historia vale la pena acudir a su cita.

Klaus Meine, artífice de Wind of change’, quiso rememorar también viejos tiempos junto a sus Scorpions. Y, como no podían ser menos, los germanos rescataron los temas encarcelados en un triste cajón para grabarlos y editarlos. El resultado, un nuevo disco titulado Humain Tour I. Con veinte años a sus espaldas, no se han olvidado de tocar y, con la ayuda del productor Desmond Child dieron forma a las nuevas canciones.

Visto lo visto, parece que el rock no ha muerto. En España, la herencia forjada en los ochenta ha sido recuperada, o se intenta, gracias a grupos que abanderaron aquellos días como Los Ronaldos. Su simpático líder Coque Malla, quien en su día ya le dijo adiós a papá , dejó su poco prometedora carrera como actor para hacer lo que mejor sabe hacer. Su recopilatorio ‘Guárdalo con amor’ se ha paseado por todas las salas de conciertos de España. Y la aventura continúa porque si bien es cierto que los rockeros nunca mueren.


01 julio 2007

Bon Jovi, entre el recuerdo y la decencia

Con tres décadas a sus espaldas en lo más alto, Bon Jovi regresa con un nuevo trabajo que lleva por título 'Lost Highway' y que refleja un cierto paroxismo musical dando muestras de los difíciles momentos por los que han atravesado alguno de sus integrantes. Aunque las manos de Richie Sambora han perdido virtuosismo y velocidad, su guitarra sigue reportando grandes sentimientos.

La banda de New Jersey nos ofrece un disco repleto de nuevas baladas, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados Jon Bon Jovi, aunque intercalan temas de medio tiempo con aires coloristas, alegres y muy optimistas. Es un nuevo ensayo y un paso más en su evolución.




Este nuevo proyecto no deja de sorprender por los coqueteos con el country. Varias de las canciones introducen sonidos procedentes de este género que representan las raices más patrióticas de la música americana acompañados de banjos y violines. Lo más reseñable es la exploración musical, ofreciendo una mirada a la naturaleza de la libertad y, por supuesto, al amor.

Sin embargo, siguen siendo recordados, por mucho que les pese, por sus inicios, en los que pulularon por el 'love rock' de principios de los ochenta, pasando por los toques más melódicos hasta dar pequeñas pinceladas de 'rock industrial' de sus últimos trabajos discográficos. Pero no han podido prescindir de los temas más lentos y desgarradores, los que les han aupado a la categoría de grupo de masas. Muy lejos queda ya aquel 'hard rock' de entonces, para desilusión de sus eternos seguidores.

Bon Jovi será recordado por su grandes canciones, aquellas en las que perduran en la memoria colectiva. 'Livin on the prayer', 'Bad medicine', 'Wanted dead or alive' o 'Keep the faith' son ya clásicos de la historia de la música. Pero de rentas no se puede vivir eternamente y sus últimos intentos han perdido mucha fuerza. La edad no pasa en balde; las fieras están amansadas.


Los Bon Jovi de este nuevo siglo han estado influenciados por el rock de vanguardia y el eclecticismo. Pero llevan desde el 2000 ofreciendo temas tan sólo decentes, lejos de a lo que nos tenían acostumbrados.
Tan sólo se salvan varias canciones de sus últimos discos, que caen en el olvido rápidamente.

Lo más probable es que 'Lost Highway' pase muy desapercibido por la inferioridad de su creatividad a consecuencia de las cuestionables grandes producciones cuestionables porque, en acústico, en directo y con las guitarras limpias, saben lo que se hacen. Pero para gustos, colores, pues este disco ha entrado
ya directamente al número uno de ventas en EE.UU.

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23 junio 2007

La redención de Quique González

Después del exitoso 'Ajuste de cuentas', en el que contó con la presencia de dintinguidos amigos y grandes músicos del panorama musical tales como Bunbury o Miguel Ríos, el madrileño Quique González regresa con su nuevo trabajo discográfico que llevará por título 'Avería y redención número 7', su álbun número siete, de ahí el nombre del título.

Poco se sabe de la fecha de lanzamiento pero las canciones de este 'cantautor eléctrico' las esperan todos sus fieles seguidores como agua de mayo. Aunque proximamente tendremos más noticias, en estos momentos se ultiman los detalles del disco, que ha sido grabado por el sello del propio músico madrileño, 'Varsovia Records', lo que es bien seguro que le ha traido muchos quebraderos de cabeza. El caso es que para un artista que sueña con hacer lo que le plazca, no existe mejor método que hacerlo uno mismo. Él se lo ha guisado y él se lo comerá.

Al parecer, Carlos Raya no será su productor. Se desprendería así de quien ha sido su productor desde sus inicios. Para llevar a cabo la grabación de las canciones, ha contado con la inestimable colaboración de 'La aristocracia del barrio'.

Tras el lanzamiento de 'Avería y redención' se subirá, de nuevo, a la camioneta para defender sus nuevas canciones en directo,lo que le llevará a subirse a los principales escenarios de nuestro país.

Circuló el rumor de que pudierá se un doble cd, uno 'avería' y otro 'rendención', aunque finalmente se editará un solo disco a pesar de que el músico ha contado con innumerables temas para esta ocasión.

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12 junio 2007

Sol Lagarto dan un paso más en su "mundo circo"

Después de unos años de trabajar duro, con cambios de cantante y algunos tropiezos, el grupo de rock 'n' roll Sol Lagarto han dado un salto cualitativo en su carrera profesional. Los barceloneses fichan por una gran compañía discográfica, Warner-Dro, que se encargará de reeditar su último disco en estudio, 'Mundo Circo', incorporando cuatro -quizá cinco- bonus track, previsiblemente temas en directo de sus grandes clásicos.

Esta especie de retrospectiva musical llevará por título 'Prorrogado' y ya tiene fecha de salida: 28 de agosto. La banda liderada por Ernest Armengol se formó ya hace varios años. En concreto, en 1998 cuando hacían sus primeros 'pinitos' en el panorama musical, eso sí, casi sin salir de la añorada Barcelona. En aquella época se recorrieron las mejores y reconocidas salas de concierto así como bares en los que el espíritu del rock vibraba en sus paredes. Así, llegaron a realizar más de 400 conciertos, muchos de ellos a lo largo de la Península.

Tras la grabación de dos discos -'Mira Adelante' (2004) y 'Cálido' (2005)- se atrevieron a recoger en un DVD sus mejores temas, dando muestras de su potencial. Así, 'La noche del show' se convirtió en todo un hito del grupo catalán, que sus más fieles seguidores supieron disfrutar con fervorosa ilusión.

Pero todo no ha sido tan fácil. Aunque se han convertido en un grupo promesa en el panorama rock de nuestro país, han tenido que lidiar con la marcha de su primer cantante, Mero, con toques de hard-rock y una prodigiosa garganta. Llegó, por casualidad, Ernest, todo un front-man que, con su peculiar voz blusera, enternece a todos al tiempo que consigue extraer sonidos espectaculares con una profunda tonalidad. Los colores de su voz son múltiples, atreviéndose con todo lo que cae en sus manos. Por último, Alex 'Babylagarto' abandonó el barco, y todo apuntaba que se descolgarían. Pero era una hipótesis.

'Mundo Circo', un disco con trece temas, presenta un sonido mucho mas maduro que los discos anteriores, aunque sin abandonar sus raices más rockeras. Sol Lagarto ha continuado su crecimiento y evolución, y los expertos dudan hasta dónde llegarán. Las bases las tienen les falta el impulso. Sus influencias -M-Clan, Rolling Stones, Led Zeppelin, Black Crowes, Deep Purple o AC/DC- les convierten en un grupo coherente y con mucho futuro. Un banda de rock clásico que vive por y para el directo, momento en el que consiguren dar lo mejor de ellos.


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