28 junio 2006
La decadencia de un mito
Tras el concierto del lunes por la noche en el Globen, en el marco de su gira europea, Rose se dirigió a una fiesta privada y luego continuó las celebraciones en el Berns Hotell. Según relata al diario 'Aftonbladet' su dueño, Joakim Olauson, poco antes de las 8.00 horas se desencadenó una pelea en la que Rose intervino y en la que, de acuerdo con el relato de otro testigo, el rockero mordió a un guardia de seguridad.
El cantante ha dejado de ser el ídolo de masas que era hace diez años. El tiempo es evidente que por él ha pasado. Tanto es así que su nuevo look y sus aptitudes distan mucho de aquel front-man de una de las mejores bandas de hard-rock de la historia de la música. Sin duda, revolucionó el panorama musical de entonces. Su reconocible voz, sus irreverentes gestos, sus atuendos informales derivaron en la creación del mito de Axl Rose. Todos querían ser como él. Le imitaban y le seguían como cual dios en la Tierra.
Como alguien dijo, "es mejor una retirada a tiempo, que jamás ser recordado". El cantante debería de haber seguido este consejo, ya que tras la marcha de Slash y de Steve Adler, Guns n' Roses no ha levantado cabeza. Lleva más de diez años para lanzar al mercado un disco que todavía no ha aparecido. Se conocen algunas canciones pero la fuerza y la emoción han desaparecido de sus letras y sus melodías. La banda ha escenificado, en las últimas aventuras en directo, la autodestrucción.
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