25 septiembre 2007
La ‘lengua popular’ de Andrés Calamaro
El cantante argentino no es muy dado a entrevistas. Durante laspromociones se esconde bajo sus inconfundibles gafas, estilo años setenta, rememorando una época anterior. De hecho, podríamos decir que es una especie de Bob Dylan latino. Realmente no le apasiona estarfrente a las cámaras. Lo que de verdad le hace sentirse inmortal es estar subido a un escenario. Ahora, tras unos años sin hacer demasiado ruido, vuelve a dar la nota con su ‘Lengua popular’, título de su nuevo disco, una especie de continuación de ‘El Palacio de las flores’.
Dejados los experimentos, el rock and roll invade este disco de principio a fin. Este es uno de esos trabajos que suben directamente al podio de sus mejores creaciones. Su biografía lo echaba de menos. Está muy por encima del ritmo inpuesto desde ‘El cantante’. Y es que ‘Lengua popular’ es auténticamente Calamaro. El ex cantante de Los Rodríguez huye de los ensayos para recordar el carácter rebelde de sus letras de ‘incomprendida comprensión’.
De nuevo, temáticas amorosas, en especial el desamor, con inesperados giros idealistas, y aderezadas con una interminable pasión por la vida o el recuerdo de los seres queridos inspiran estas nuevas creaciones. Las doce canciones que componen su nuevo trabajo discográfico están envueltas en la esencia de Calamaro. Todas sus letras llevan profundamente inscritas su marca. Es indiscutible.
Rememorando tiempos anteriores y provocando un reencuentro con el Calamaro de ‘Honestidad brutal’ y ‘Alta suciedad’, el argentino regresa pisando fuerte. De hecho, es rodeado de guitarras eléctricas y de su particular piano cuando se muestra mucho más versátil y creativo. Su fluidez vocal, perdida en contundencia pero no en esencia a consecuencia de los años de excesos, queda de manifiesto en las nuevas melodías.
Es el fruto de una sociedad musical comprometida entre el rock y la música popular. Sus letras, envueltas en carismáticas fusiones musicales, regresan el próximo 11 de septiembre, una fecha perfecta para dar a conocer lo que será un ‘bombazo’. Nada que ver con ‘El Cantante’, ‘Tinta roja’ o ‘El regreso’, discos que cosecharon poco éxito y que enfundó a Calamaro en un trajede artista lírico sin mayor importancia que la de vivir de rentas.
Su increíble creatividad le llevó a sacar dos discos en tan solo un año. Extremadamente productivo, obtiene petróleo de la realidad social, de su vida diaria, aquella que le rodea pero que le atormenta. Sus cuadros musicales están compuestos de letras triviales que dibujan una esfera próxima al mundo real.
La experiencia vivida con su alter-ego Fito Cabrales ha dado pie a que el público español le recordara como artista de rock. Pero es que de ‘El palacio de las flores’, que pudo devolver la esperanza a los amantes del ‘calamarismo’, solo se salva el single ‘Corazón en venta’,repetido hasta el agotamiento en las asesinas emisoras deradio-fórmulas. Este disco es mucho más pop rock de lo que se esperaba.Producido por el su amigo Cachorro López, ‘Lengua popular’ pude convertirse directamente en uno de los clásicos de Calamaro.